La ciudad de Metz fue nombrada Ciudad de la Música de la UNESCO el 30 de octubre por la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay. De este modo, Metz se suma a la red de 246 ciudades creativas de la UNESCO en todo el mundo.
De ahora en adelante, Metz forma parte del círculo cerrado de las seis ciudades francesas en ostentar este título. Además, se ha convertido en la primera ciudad francesa, que forma parte de la red de ciudades creativas de la UNESCO en el ámbito de la música.
Esta designación constituye un excelente reconocimiento internacional. Más allá de los beneficios que conlleva en términos de atractivo, esta designación recompensa la idoneidad de la candidatura de Metz, que tenía como título, «La música como palanca de la educación, la formación, la transmisión y la inclusión social». Este título, que se concretó gracias al papel estratégico de la ciudad musical de Metz, tenía la convicción de que la música es un medio formidable para favorecer el aprendizaje, el intercambio y la inclusión, y reducir las desigualdades sociales, todo lo cual constituye una baza fundamental para un desarrollo urbano sostenible y armonioso. Esta etiqueta permitirá emprender colaboraciones y cooperaciones internacionales con numerosos actores internacionales de la red de ciudades creativas de la UNESCO.
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El canto de Metz es el ancestro del canto gregoriano. La escuela (o Scola) que nació para este canto tuvo una prestigiosa reputación durante toda la Edad Media. Ciudad de compositores románticos destacados (Ambroise Thomas, Gabriel Pierné, Théodore Govy, etc.), posee una ópera desde el siglo XVIII y un conservatorio desde principios del siglo XIX.
Metz desarrolla una vitalidad importante en la música, con numerosas asociaciones y coros, banda sinfónica que se remonta a la Revolución Francesa y numerosos festivales, múltiples grupos en las músicas actuales o prestigiosos ensembles musicales, como el Concert Lorrain o incluso una escena musical contemporánea con artistas tales como Cascadeur y Chapelier Fou.
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La Cité Musicale-Metz reúne las tres salas de espectáculo de Metz (Arsenal, BAM y Trinitaires) y la Orquesta Nacional de Metz en un ambicioso proyecto al servicio de la creación y la innovación artísticas.
Con sus 72 músicos dirigidos por David Eiland, la Orquesta Nacional de Metz ofrece aproximadamente 80 conciertos y representaciones al año en la magnífica sala del Arsenal de Metz, donde está en residencia permanente, y en la Opéra-Théâtre de Eurométropole Metz, en la región de Grand Est. La Orquesta Nacional de Metz lleva y coordina desde finales de 2016 el proyecto Démos Metz-Moselle.
El Arsenal de Metz, patrimonio arquitectónico excepcional renovado por el arquitecto Ricardo BOFILL, fue inaugurado en 1989 por el famoso director de orquesta y violonchelista Rostropovitch. La Gran Salle es reconocida, entre otras cosas, por sus cualidades acústicas incomparables y en ella se realizan numerosos grabaciones y eventos de gran envergadura, como la ceremonia de las Victorias de la Música Clásica en febrero de 2020.
El Arsenal figura en la actualidad entre las salas más prestigiosas de Europa y ofrece una programación rica y diversificada en torno a las músicas sinfónicas, barrocas, jazz y de la danza.
Además de Mstislav Rostropovich, también se han presentado aquí grandes nombres, como Ievgueni Svetlanov, Sergiu Celibidache, Lorin Mazel, Evgeny Kissin, William Christie, Philippe Herreweghe, Nikolaus Harnoncourt, Ivan Fisher, Jordi Savall, Philippe Jaroussky, etc.). Además, el Arsenal recibe regularmente a artistas en residencia de gran reputación (Martin Matalo, Philippe Leroux, Nathalie Stutzmann, etc.).
La danza es también, desde el principio, un eje importante de la programación. En el Arsenal se han presentado las figuras más emblemáticas de la creación coreografía contemporánea (Angelin Preljocaj, Merce Cunningham, Trisha Brown, etc.).
Situado en la colina Sainte-Croix, en pleno casco histórico de Metz y antiguo club de jazz en la década de 1970, Les Trinitaires desarrolla una línea artística exigente e independiente en estrecha colaboración con unas 20 asociaciones. Además, es también un punto de encuentro rodeado de un patrimonio arquitectónico impresionante.
En funcionamiento desde 2014, la Caja de Música está dedicada a las músicas actuales. La arquitectura del edificio, firmada por Rudy Ricciotti, le da una identidad fuerte, singular y única. Con una programación diversificada y ambiciosa, la BAM ofrece cuatro estudios de repetición insonorizados y completamente equipados, abiertos para todos los músicos.